(Sevilla,
1875 - Collioure, 1939) Poeta español. Aunque influido por el
modernismo y el simbolismo, su obra es expresión lírica del ideario de
la Generación del 98. Hijo del folclorista Antonio Machado y Álvarez y
hermano menor del también poeta Manuel Machado, pasó su infancia en
Sevilla y en 1883 se instaló con su familia en Madrid.
Se
formó en la Institución Libre de Enseñanza y en otros institutos
madrileños. En 1899, durante un primer viaje a París, trabajó en la
editorial Garnier, y posteriormente regresó a la capital francesa, donde
entabló amistad con R. Darío. De vuelta a España frecuentó los
ambientes literarios, donde conoció a J. R. Jiménez, R. del Valle-Inclán
y M. de Unamuno.
En 1907 obtuvo la cátedra de
francés en el instituto de Soria, cuidad en la que dos años después
contrajo matrimonio con Leonor Izquierdo. En 1910 le fue concedida una
pensión para estudiar filología en París durante un año, estancia que
aprovechó para asistir a los cursos de filosofía de H. Bergson y Bédier
en el College de France. Tras la muerte de su esposa, en 1912, pasó al
instituto de Baeza.
Doctorado en filosofía y letras
(1918), desempeñó su cátedra en Segovia y en 1928 fue elegido miembro de
la Real Academia Española. Al comenzar la Guerra Civil se encontraba en
Madrid, desde donde se trasladó con su madre y otros familiares al
pueblo valenciano de Rocafort y luego a Barcelona. En enero de 1939
emprendió camino al exilio, pero la muerte lo sorprendió en el
pueblecito francés de Colliure.
El gran amor de Antonio Machado fue Leonor Izquierdo que murió de tuberculosis. Leonor era hija de Ceferino Izquierdo, sargento de la guardia civil.
Obras más importantes:
Soledades, en 1902
Campos de castilla, en 1912.
POEMA
El gran amor de Antonio Machado fue Leonor Izquierdo que murió de tuberculosis. Leonor era hija de Ceferino Izquierdo, sargento de la guardia civil.
Obras más importantes:
Soledades, en 1902
Campos de castilla, en 1912.
POEMA
Yo voy soñando caminos
de la tarde. ¡Las colinas
doradas, los verdes pinos,
las polvorientas encinas!...
¿Adónde el camino irá?
Yo voy cantando, viajero
a lo largo del sendero...
-la tarde cayendo está-.
"En el corazón tenía
"la espina de una pasión;
"logre arrancármela un día:
"ya no siento el corazón".
Y todo el campo un momento
se queda, mudo y sombrío,
meditando. Suena el viento
en los álamos del río.
La tarde más se oscurece;
y el camino que serpea
y débilmente blanquea
se enturbia y desaparece.
Mi cantar vuelve a plañir:
"Aguda espina dorada
"quien te pudiera sentir
en el corazón clavada".
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